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Chantal Castillo: Duendes en Casa



Duendes en Casa.
Escrito por Khimair.

Es cierto que vivo sóla y por eso debería aceptar la culpa de mi desorden o admitir que tengo una memoria poco conveniente.

Simplemente debe andar algún duende en casa, convencida de dejar las cosas donde las dejo, luego, no las encuentro.

Ha pasado con mis llaves, a quién no ? Las llaves del auto no están cuando ya vas atrasado. Las llaves de la casa no las llevabas y alcanzaste a poner el dedo o el pie en el centímetro que quedaba antes que se cerrara y te quedaras afuera.

Lápices, los dejas sobre la mesa, te das la vuelta y cuando tu mano va instintivamente hacia el lugar donde lo dejaste, empieza a tantear el espacio vacío. Levantas la hoja que tienes cerca, revisas tontamente el libro y digo tontamente por que está cerrado, pero uno siempre alberga la esperanza de no ver ni sentir lo que tenemos frente a los ojos cuando nos conviene. Retiras la silla hacia atrás, levantas los pies, te mueves hacia los dos lados, buscas en el suelo, vuelves a revisar el escritorio y finalmente empiezas a cuestionarte si no lo habrás dejado en tu oreja o en algún bolsillo de la chaqueta o el pantalón, talvez en la mesa de al lado. Porqué nos engañamos ? Simplemente está jugando con nosotros. El lápiz no está. En el momento que lo aceptamos, nuestro cuerpo cae en la silla y nuetro brazo vuelve al escritorio, pensando dónde tenemos otro lápiz para ir a buscarlo, en ese preciso momento, distraídamente, tus dedos encuentran el lápiz, sí, ahí, al frente nuestro.

Algo parecido, si no es lo mismo, me ha sucedido con mi mp3. La música no importa, la tengo en el computador, lo que me interesa claro está son los documentos que no había respaldado en ningún otro lugar. Sí, documentos que necesito para mañana a primera hora y si no lo logro encontrar, lo único que me indica que será una intensa y extenuante noche. Claro que si lo logro encontrar no cambiaría mucho mi panorama nocturno, quitémos lo intensa y extenuante y dejémos sólo una cansadora y larga noche. Si bien he logrado adelantar otros documentos que también me han pedido, pero no es lo mismo cuando tienes la concentración distraída y la preocupación te inhabilita parte de tus funciones normales.

1 comentario:

Karla dijo...

Me encanta esta historia de Chantal
Es tan... cercana
Si bien son pequeñeces, me lo imagino terminando como esos tipicos libros de tapa rosada , roja, morada, verde claro, azul claro, o por el estilo, con letras platinadas, que nos encantan, "libros pa mina", pero no, chantal seria mas que eso... en realidad, me recuerda a sex and the city
la vida de la mujer independiente...
beso